PENTECOSTES: EL REGALO DE LA FE"Y siguió diciendo: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si no le ha sido dado del Padre" (Juan 6.65).
¿De dónde viene la fe? Muchos no saben, otros no quieren aceptar o comprender esta doctrina, vital para nuestras vidas. Otras veces no se le da la real importancia, tal como está expuesto en la Biblia.
La obra del Espíritu Santo, que realiza en cada ser humano, no es correctamente valorada. Mientras todos sabemos cuán importante fue la obra del Padre en la creación y del Hijo en la obra de la redención, muchos con frecuencia menosprecian la obra que el Espíritu Santo realiza, para crear la fe en el corazón de cada uno de nosotros.
Una de las razones, para restarle importancia, es que se piensa que las personas pueden "aceptar o decidir" por sí mismas, CREER o NO, según les plazca. Y esto es un grave error. Debemos entender que si alguien sigue a Cristo es porque recibió el regalo de la fe a través de la obra de Dios Espíritu Santo.
Las enseñanzas de Jesús por naturaleza hacen que las personas le den la espalda, porque confían en su propias bondades y habilidades. Hasta sus discípulos llegaron a preguntarse: ¿Quién podrá asimilarlas? Porque, el hombre, no interviene, para nada, cuando se trata de recibir las cosas de Dios.
Lo que Jesús dice en Juan 6.65 ya lo había mencionado antes en el versículo 44 "Nadie puede venir a mí, si el Padre que me envió no le atrae; y yo le resucitaré en el último día". En este versículo Jesucristo usa un verbo que significa "ser atraído o persuadido", tal como acontece con un magneto o un imán. Aquí en el versículo 65 Jesús usa un verbo que significa "permitido", pero que literalmente quiere decir "le es dado o concedido". El énfasis descansa en el hecho de que venir a Jesucristo es un regalo del Padre, mediante el Espíritu Santo.
Es sorprendente que Jesucristo diga que es una obra del Padre el permitir que alguien venga a él. Siempre hemos enseñado y creído que el Espíritu Santo es quién da la fe. Esto es verdad, pero cuando Jesucristo menciona al Padre como haciendo la obra, nos quiere enseñar, para que aprendamos, que es imposible dividir la actividad de la Santa Trinidad en tres entidades (o dioses) diferentes y separados. Así como el Hijo y el Espíritu estuvieron presentes y activos en la creación del mundo, así también el Padre, lo está, en llevar a las personas a la fe en su Hijo, el Redentor. Dios Padre está implicado junto con el Hijo y con el Espíritu Santo en hacer la importante obra de crear la fe en el corazón.
Los medios por los cuales el Padre permite que una persona venga al Hijo son la palabra y los sacramentos (Bautizo y Santa Cena) que contienen la palabra de Dios. Este es el motivo por el cuál es tan importante, para la Iglesia, continuar predicando, enseñando y bautizando en todo el mundo. Esta es la razón por la cual es tan importante para nosotros escuchar, leer y meditar en la Palabra de Dios con frecuencia en nuestras vidas. Es mediante la Palabra que se recibe el don de la fe, el regalo que conduce a la vida eterna. "Así que la fe viene del oír; y el oír, por medio de la palabra de Dios" (Romanos 10.17).
¿De dónde viene la fe? Muchos no saben, otros no quieren aceptar o comprender esta doctrina, vital para nuestras vidas. Otras veces no se le da la real importancia, tal como está expuesto en la Biblia.
La obra del Espíritu Santo, que realiza en cada ser humano, no es correctamente valorada. Mientras todos sabemos cuán importante fue la obra del Padre en la creación y del Hijo en la obra de la redención, muchos con frecuencia menosprecian la obra que el Espíritu Santo realiza, para crear la fe en el corazón de cada uno de nosotros.
Una de las razones, para restarle importancia, es que se piensa que las personas pueden "aceptar o decidir" por sí mismas, CREER o NO, según les plazca. Y esto es un grave error. Debemos entender que si alguien sigue a Cristo es porque recibió el regalo de la fe a través de la obra de Dios Espíritu Santo.
Las enseñanzas de Jesús por naturaleza hacen que las personas le den la espalda, porque confían en su propias bondades y habilidades. Hasta sus discípulos llegaron a preguntarse: ¿Quién podrá asimilarlas? Porque, el hombre, no interviene, para nada, cuando se trata de recibir las cosas de Dios.
Lo que Jesús dice en Juan 6.65 ya lo había mencionado antes en el versículo 44 "Nadie puede venir a mí, si el Padre que me envió no le atrae; y yo le resucitaré en el último día". En este versículo Jesucristo usa un verbo que significa "ser atraído o persuadido", tal como acontece con un magneto o un imán. Aquí en el versículo 65 Jesús usa un verbo que significa "permitido", pero que literalmente quiere decir "le es dado o concedido". El énfasis descansa en el hecho de que venir a Jesucristo es un regalo del Padre, mediante el Espíritu Santo.
Es sorprendente que Jesucristo diga que es una obra del Padre el permitir que alguien venga a él. Siempre hemos enseñado y creído que el Espíritu Santo es quién da la fe. Esto es verdad, pero cuando Jesucristo menciona al Padre como haciendo la obra, nos quiere enseñar, para que aprendamos, que es imposible dividir la actividad de la Santa Trinidad en tres entidades (o dioses) diferentes y separados. Así como el Hijo y el Espíritu estuvieron presentes y activos en la creación del mundo, así también el Padre, lo está, en llevar a las personas a la fe en su Hijo, el Redentor. Dios Padre está implicado junto con el Hijo y con el Espíritu Santo en hacer la importante obra de crear la fe en el corazón.
Los medios por los cuales el Padre permite que una persona venga al Hijo son la palabra y los sacramentos (Bautizo y Santa Cena) que contienen la palabra de Dios. Este es el motivo por el cuál es tan importante, para la Iglesia, continuar predicando, enseñando y bautizando en todo el mundo. Esta es la razón por la cual es tan importante para nosotros escuchar, leer y meditar en la Palabra de Dios con frecuencia en nuestras vidas. Es mediante la Palabra que se recibe el don de la fe, el regalo que conduce a la vida eterna. "Así que la fe viene del oír; y el oír, por medio de la palabra de Dios" (Romanos 10.17).
Pastor Eldor O. Rautenberg
Banfield, Prov. de Bs. As.
Artículo publicado en "Mensajero", boletín de la congregación San Lucas.
Artículo publicado en "Mensajero", boletín de la congregación San Lucas.
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